“En innumerables ocasiones he sido testigo de cómo el acto de ser visto y escuchado puede crear una verdadera conexión y un cambio duradero. Ser parte de ayudar a la gente a liberarse de la vergüenza que los ata, ver a la gente transformarse de la manera más positiva después de compartir su verdad es lo que da sentido a mi vida.“
- Julie Novak
Estimada comunidad del Proyecto TMI,
Es con el más pesado de los corazones que comparto la noticia de que mi esposa y co-fundadora del Proyecto TMI, Julie Novak, falleció el 31 de agosto de cáncer de mama. Como muchos de vosotros sabéis, Julie era mucho más que una cofundadora: era el latido de nuestra misión, una luz que iluminaba a toda nuestra comunidad y mi querida compañera en la vida y en este trabajo.
Desde el principio, a medida que el Proyecto TMI se desarrollaba, también lo hacía nuestro amor mutuo. Nunca olvidaré la noche después de nuestra primera actuación, el 19 de febrero de 2010, en el Teatro Rosendale. Aquella noche ocurrió algo mágico, no sólo en el escenario, sino entre nosotros. Después de la representación, estuvimos hablando durante horas. Nos comprometimos el uno con el otro y decidimos que, de hecho, éramos pareja. A la mañana siguiente, sin saberlo, no sólo habíamos iniciado un movimiento, sino una historia de amor que marcaría el resto de nuestras vidas. Es difícil comprender lo mucho que cambió para los dos en aquella noche solitaria.
Para Julie, contar historias no era sólo una herramienta para el cambio; era un camino hacia el crecimiento personal. Al compartir sus propias historias, encontró una forma de sanar partes de sí misma que ni siquiera sabía que todavía estaban heridas. En nuestra segunda actuación, contó una historia que tituló "Princesa del fútbol". Nunca olvidaré lo nerviosa que se puso al subir al escenario y contar al público que, cuando era más joven, luchaba contra su identidad de género. Es difícil imaginárselo ahora, pero hace 15 años, todavía sentía mucha vergüenza. En los años 80, la forma en que el mundo le devolvía el reflejo de su auténtico yo le hizo saber que no había lugar para ella. Como tantos jóvenes LGBTQIA+, luchó contra las ideas suicidas.
Cuando subió al escenario para interpretar "Football Princess", tenía al público en la palma de la mano. Nadie hubiera imaginado que estaba muerta de miedo; que hasta el momento en que se encendieron las luces había pensado en no salir. Aquella noche hizo lo que mejor sabe hacer. Dijo la verdad de una manera que invitó a la gente a entrar, permitió al público verse a sí mismo y reír hasta llorar; todo ello sin darse cuenta de que también les estaba ayudando a acceder a una perspectiva que no habían considerado antes y a profundizar en su aceptación de los demás y de sí mismos. Entonces pensé, y sigo pensando, que era pura magia.
A través del proceso del Proyecto TMI, Julie sintió que había convertido su kriptonita en su superpoder. Liberarse de su propia vergüenza le permitió convertirse en la superheroína que anhelaba en su juventud. Entonces pudo hacer lo que muchos de nuestros narradores hacen: tomar su nueva libertad y compartirla con los demás. Julie se convirtió en productora y directora de programas en The Future Perfect Project y se sintió especialmente orgullosa del trabajo que realizó en colaboración con jóvenes LGBTQIA+. Fue presentadora de Nadie como túun programa semanal de Radio Kingston en el que entrevistaba a "héroes cotidianos que compartían historias edificantes sobre cómo convertir su criptonita en su superpoder". Más recientemente, compartió en su blog su experiencia de vivir con un cáncer de mama metastásico triple negativo, El próximo paciente de cáncer más importante de América. Inspiró a muchas personas a hacerse mamografías y otras pruebas preventivas.
Desde el momento en que conocí a Julie hasta su último aliento, dedicó su vida a asegurarse de que sus experiencias y dificultades sirvieran para evitar que otros tuvieran que enfrentarse a la injusticia. Además de ser una potencia sobre el escenario, era la mejor animadora de todos. Si estaba entre el público, lo sabías, porque nadie se reía más fuerte. Por todo lo que he leído de personas de todas las facetas de su vida, tenía una extraña manera de hacer que todos los que se cruzaban en su camino se sintieran vistos, escuchados y celebrados. Su luz brillaba tanto que había suficiente para todos.
Ella creía que contar historias de verdad podía cambiar el mundo y todos los que formamos parte del Proyecto TMI nos comprometemos a garantizar que ese legado perdure. Sé que esta noticia es difícil de asimilar y, si eres como yo, sentirás una profunda y dolorosa pérdida. Pero también sé que Julie querría que todos ustedes -nuestra comunidad de narradores, escritores, oyentes y simpatizantes- vivieran más fuerte, amaran más profundamente y rieran más fuerte que nunca.
Con amor y gratitud,
Eva Tenuto
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